EL TREN DE LA LLUVIA
Editorial Renacimiento
Escribir poesía es aprender a despedirse, a emprender un viaje aceptando desde el principio que es inútil llevar encima un equipaje que no estemos dispuestos a perder en el camino. Y por eso el libro comienza con una despedida.
Los trenes parten siempre desde el sur, dice uno de los versos del poema Rumbo al norte y en ese camino los paisajes se van desdibujando. Los hombres que se despiden antes de un viaje hacia el norte, que miran por la ventanilla y ven con nostalgia prematura cómo la tierra conocida se va volviendo más difusa, esos hombres nunca vuelven a ser los mismos. Mucho antes de llegar al punto de llegada, de arrastrar maletas por calles extranjeras, de escuchar voces distintas a las acostumbradas, mucho antes, algo ha cambiado.
De eso hablan los poemas de Martín Torregrosa, de ese hombre otro en el que se convierte el viajero. Los trenes de este poeta, como ese vagón de la mujer con alcuza de Dámaso Alonso, transitan más de una época, muchas lluvias distintas, pero con un dolor que siempre es idéntico en todos los momentos.
SETECIENTOS VERSOS PARA MAINDRA
Editorial Renacimiento
“Es Martín un consumado lector de poesía, cuyo amor por los versos trasluce en cada palabra que emplea, en cada paso poético que recorre en estos setecientos versos. Hallamos en sus poemas la pasión, la entrega, la ublimación, la pérdida, el dolor, el vacío, el desarraigo, la nostalgia… Recorre el poeta la infinidad de estaciones diversas que forman parte indeleble del paisaje del amor. La voz poética de Martín se remansa en el “Epílogo” final, en la que la amada Maindra adquiere un protagonismo transparente a través del tono confesional.
LAZOS DE SANGRE
Instituto de Estudios Almerienses
“Decir vida es dolor profundo y fuerte”, asevera, y en ella, en él,( en esa vida, en ese dolor) se instala, denunciador y clamante.
De Otero a Neruda y al abrigo de Miguel el oriolano, traza un arco voltáico chispeante de efectos, trenza un arco flechero de segura diana y dice del hombre abandonado, del explotado, del incomprendido, del desheredado, de cuantos “ tendidos como sombras” aguardan y exigen un mañana mejor.
RESEÑAS
Francisco Bautista Toledo,” La voz de Almería”
Pilar Quirosa Cheyrouze,” revista Foco Sur”
José Antonio Sáez,” Europa Sur”
AZUL ES EL COLOR DE LOS DESHEREDADOS
Huerga y Fierro Editores, Madrid
Martín Torregrosa que, al igual que Gabriel Celaya, defiende que la poesía no es – no puede ser – intemporal o, como suele decirse, un poco alegremente, eterna. Y, como Celaya, también Torregrosa apuesta en su obra al ahora o nunca. El héroe de Torregrosa es el hombre sufriente, no como entelequia para usar a conveniencia, sino incorporado en su realidad histórica.
Tal apuesta hay en Azul es el color de los desheredados. Los poemas de la primera parte del libro, que se abren con el mismo título, dejan claro, con similar preocupación social que el autor de Antología consultada, que la poesía no es un fin en sí, sino un instrumento para transformar el mundo. Su actitud es combativa. Poco o nada condescendiente: el poema es un arma y como tal hay que usarlo. Libertad de oración. Dignidad o esclavitud. El poeta testigo de su tiempo, no puede mantenerse al margen.
RESEÑAS
José Antonio Sáez,” Entre ríos revista de arte y letras”
Pilar Quirosa Cheyrouze,” Ideal”
REVISTA POÉTICA ALMENDRA DE ORO
Gráficas ediciones, Almería
Fundada por Martín Torregrosa López en 1986,
Vieron la luz dos números.
En ella publicaron los poetas: José García Nieto, Martín Torregrosa López, Rafael Morales, Leopoldo de Luis, Mario Ángel Marrodán, Concha Lagos, Julio Alfredo Egea, Luis López Anglada, Alfonso Canales, Daniel Pineda Novo y Carlos Murciano.
Dibujo de portada. Bartolomé Marín